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#8M Solidaridad y compromiso por la justicia, el feminismo y una nueva masculinidad

 ¡Invitadxs!, #8M porque la culpa no fue suya, ni de como vestía. Con solidaridad y compromiso. Gracias Eguizel MoRa . #Mujer #Feminismo #Masculinidad

Ilustración tomada de revistaxq.com

"En esa caminata nocturna fui libre, recé, soñé, imaginé. Quise haber tenido poderes para traer a las mujeres de mi matria-patria, las de Chile y de otras partes del mundo a caminar conmigo en esa fresca noche. Sin miedo a ser acosadas, violadas o asesinadas.

Las luchas de las mujeres en el mundo siguen siendo legítimas, pues nos recuerdan que estamos vivas, aunque cada año nos asesinen, nos golpeen, nos discriminen, decidan por nuestros cuerpos. Nosotras seguiremos reclamando sueldos dignos, amando, confiando, soñando, estudiando y exigiendo vivir con dignidad."  
Eguizel Mora en PrensaComunitaria.org

Aquí quiero gritar y comprometerme, pero también invitar a otros a decir: ¡Nosotros también! ✊

La historia que narra Eguizel la conozco, también pasa en Colombia, y yo era completamente insensible respecto al discurso que empleaba en relación a la situación de las mujeres en Colombia, y como se ve, no es diferente en toda la Región. 

Un día en una reunión social, también en Alemania, me preguntaron cómo era ser mujer en Colombia, en aquel momento les dije que todo era normal y que estaba bien.

Así lo creía, aún sabiendo cuántas veces hasta para mí resultaba incómodo ir con las mujeres de mi familia por la calle. Estar con ellas es hermoso, pero no todo lo que les gritaban al caminar, en un bar o en el servicio público cuando tuve la oportunidad de acompañarles. En ese contexto yo me sentía incapaz de detener esa incomodidad e irrespeto y me generaba incluso rabia. Me hacía atrás de ellas para evitar que les mirarán y morbosearan sus colas. A veces le decía a esos "Machos", ¿Qué mira?¿Se le perdió algo? 

Hubo momentos en los que esa acción era difícil y podía llegar a ser peligroso, eso por la agresividad y violencia que también se podría recibir en consecuencia y la situación sería peor.  Recuerdo que Ellas mismas me tenían que decir que dejara así, que no buscará problemas, que era peligroso, que no importaba. Ellas salían de nuevo a cuidarme, a protegerme, aún cuando estaban siendo maltratadas. 

Ellas vivían a diario ese acoso, ese abuso, y yo, había respondido que está todo bien. Que en Latinoamérica se podía ser mujer sin problema y que aprovecharan a viajar, que no pararan atención si les decían algo. Hoy soy consciente que a eso, y al resto de agresiones, hay que ponerles atención y detenerlo. 

¡Qué insensible!, incluso hoy escribiendo esto siento que falle. Si yo mismo ví(ví) la manera como mis "amigos" objetivizaban a las mujeres, recuerdo la gente que se acercó a mí sólo para acercarse a mis hermanas. Si, fallé, porque hasta recuerdo el nivel de sufrimiento de un ser amado que tuvo que arriesgar su vida al abortar a escondidas de toda su familia y siendo aún una niña, mientras el adolescente que la había embarazado y la abandonó, solo se burlaba de ella y la alejo del grupo al que pertenecía.

¿Cuándo me percaté de mi mentira?¿Cuándo me percaté de que mi insensibilidad es cómplice?

Solo hasta que reflexioné sobre esa conversación y la razón por la que me habían hecho esa pregunta. Cuando estábamos hablando de temas varios que me encantan, cómo paz y política, nunca me percaté que esa pregunta y mi respuesta tuviera tanto que ver con el problema mismo, dónde nosotros mismos, los locales que somos parte de esa estructura social en crisis, negamos el problema. 

Tuve que volver a esa pregunta que me habían hecho porque me di cuenta que la había respondido sin ningún tipo de base, y es cierto que no soy mujer, pero yo había respondido sin habérselo siquiera preguntado a alguna. Yo, especialmente yo, que tenía la oportunidad de preguntar o de saber muy de cerca qué pasa con las mujeres en Colombia, o al menos en mi entorno. Unos días después, varias mujeres en Colombia me dirían que efectivamente no era fácil, que para ellas no era solo el miedo que muchos viven de ser atracados en la calle y que les quiten sus pertenencias, que el ser mujer las pone en mayor condición de vulnerabilidad y susceptibles a otras violencias, y ellas lo saben. 

Yo no llegue a esta reflexión sólo, eso tardó, pero llegó gracias a la coherencia que nos llama este tiempo en el que la mujer ya se ha organizado y demostrado su poder contra viento y marea. Este tiempo en el sigue luchando y llegando a espacios, como aquel en mi consciencia que me hacía negar la violencia basada en género, el patriarcado, el machismo y un sin número de injusticias.

Ser consciente y buscar la justicia es una razón que ahora es mucho más valiosa para mí, que soy una persona felizmente educada en la feminidad, en un hogar y familia repleto de mujeres que me han dado y enseñado lo mejor que tengo y conozco. Suelo decir que tengo 3 mamás. ¡Y es así!, pero también he tenido durante toda mi vida la parte masculina y ha sido extrema desde mis antepasados y fortalecida sistemáticamente en mi Familia y Colegio. 

Hoy quiero compartir este post no solo para reconocer mi error, espero que muchos tengan la oportunidad de ver ese error y se comprometan a contribuir a corregirlo. El mundo y la vida no puede seguir siendo así, maltratando y destruyendo a la Mujer. 

Aprovecho para agradecer a mi familia y su feminidad, porque por ellas y junto a ellas también hemos empezado a deconstruir. Sabemos que es un proceso muy difícil en tanto la masculinidad que a ellas les enseñaron a enseñar y reproducir, yo también la recibí. No ha sido fácil, remo constantemente y, en la tarea de descubrir esos nuevos caminos, he tenido experiencias dolorosas, pero es que ésta no es tarea fácil. 

Son mis actos los que seguirán hablando y espero estar a la altura pues tengo la voluntad y me comprometo. También con Emi, nuestro bebé género masculino nacido recientemente en mi Familia. Una masculinidad más solidaria y justa también es nuestra tarea.

¡Por la justicia y la equidad, por el feminismo y una nueva masculinidad!

Gracias por su tiempo,

Pedro Andres Barrera Carrillo

@PtrColombia


Aquí puedes leer el artículo completo de Eguizel

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